Calle 13
“En el vecindario de Calle 13, los últimos siempre son los primeros”: así define la banda su filosofía, que recorre todas sus canciones. Las minorías, borradas de la sociedad por la alta cultura, toman protagonismo en las letras del grupo: la cultura popular está siempre presente, así como también el comentario incómodo, la crítica cruda, sin eufemismos, y un vocabulario franco, sin vueltas para expresarse, lleno de insultos por momentos. Una banda puertoriqueña que lleva en sus mensajes contenidos revolucionarios.
Público objetivo de Calle 13
Adolescentes y jóvenes de entre 14 y 26 años. Ambos sexos. NSE B3.
Tolerantes. Abiertos a los cambios y a la liberación sexual. Los atrae lo divertido y refrescante pero también de estilo único y con un costado crítico y desafiante. Cuestionadores y sarcásticos, dicen lo que sienten y sin pruritos. Su lenguaje es crudo pero genuino. Tienden a considerarse personas críticas e inteligentes que pueden ver más allá de lo explícito o directo.
Pretenden alejarse de lo tradicional. Descreen de la artificialidad: looks armados o demasiada producción.
Es importante para ellos formar parte de un grupo con el que compartir formas de pensar, gustos y salidas. Son urbanos, recorren su barrio, lo conocen.
Su espíritu contestatario se afinca en oponerse al mundo de los adultos, les gusta mostrarse conflictivos y hacen una bandera de su condición de jóvenes. Prefieren rechazar las modas, sin por eso despreciar las marcas, ni la tecnología. Como buscan ser diferentes a la norma, les interesa legitimar sus consumos. Por ejemplo, no acostumbran justificar sus elecciones musicales en la moda (boliches o radios: aunque sí suenen en dichos lugares o se difundan masivamente), se despegan de lo que ellos consideran vulgar, tonto o que ignora el contexto social, se centran en el mensaje que encierra cada tema. Eligen sus consumos más allá de las fuerzas del mercado, se sienten atraídos por temáticas de tonalidad política y social (relaciones de poder, las extralimitaciones estatales, etc.). Aunque esta actitud no suele redundar en un compromiso activo.
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